martes, 9 de julio de 2013

DE CASTA LE VIENE AL GALGO SER COLILARGO Por Marcia Orellana

¿¡Qué tal!? Partir por saludar a toda persona que llegue a leer esto y presentarme como corresponde (eso me lo enseñó mi mamita desde pequeña). Para todos los efectos, y desde siempre, soy “la rara-simpática-inteligente-medio disfuncional-dispersa-Marcia”. No quisiera caer en autorreferencia pedante, pero me parece necesario dejarme conocer un poco.

Si bien me gustaría en algún momento dar mi testimonio de madre, como he visto bastantes, me parece más interesante dar otro tipo de testimonio -uno más escaso- que creo puede ser de bastante interés y utilidad para varios de los que deambulamos por este blog.

Tengo 5 hermanos y hermanas. Somos 5 mujeres y un varón. Mi padre, un hombre muy exitoso en el campo laboral es  según algunos, “un romántico empedernido”. Emocional y socialmente rígido, se ha casado con las tres mujeres que ha embarazado, pero con ninguna de ellas ha logrado congeniar como la sociedad espera.

De su primer matrimonio somos tres hijas y yo soy la del medio. Con mis hermanas hacíamos la broma de referirnos al papá como “dios”, porque siempre se comportó imponiendo su voluntad, opinión, decisión y supervisión, como si fuera omnipotente, omnisapiente y omnipresente.

Papá

El papá es un tipo estructuradísimo. Me besó una vez (sólo una vez en la vida) cuando cumplí 18, no sin antes pedirme permiso; Expresa su afecto de manera práctica, velando por que nada se salga de su control, “ocupándose, porque la preocupación no sirve de nada”; se apega profundamente a las rutinas, todo tiene que mantener un orden estricto, no confía en los cajeros automáticos ni las operaciones electrónicas y en su casa construyó una pequeña habitación de 2 metros cuadrados donde llenó una pared con ganchos, para guardar todas las llaves de todos los lugares donde vive o ha vivido, todos los vehículos que tiene o ha tenido, todos los candados que alguna vez pasaron por sus manos: todo en perfecto órden cronológico y con la debida rotulación. En la muralla contraria, una repisa con archivadores con todos los documentos (desde boletas de verdurería, pasando por cuentas de servicios domésticos, hasta facturas de negocios) debidamente catalogados y rotulados. El papá disfruta y necesita que esté todo en órden.

El papá va al supermercado a las 8 de la mañana cuando está vacío y siempre al mismo local de la misma cadena, porque “ése me lo sé”, dice. Sale a comprar ropa cuando siente que la que tiene ya está muy gastada y no le gusta “vitrinear”, porque significa tener que estar mucho tiempo en lugares atestados de gente: al papá le molesta el movimiento y el ruido. Por esta razón, cuando necesita “renovar” guardarropas, va siempre a la misma tienda, donde lo atiende el mismo “joven” –que ya no lo es tanto- que sabe que si le va a ofrecer algo, tiene que tener en stock al menos 5 prendas iguales en la misma talla. El papá sólo varía de atuendo cuando tiene que vestirse para una ocasión que lo amerite.

En ocasiones espaciales, al papá le gusta salir a comer. Siempre al mismo restaurant, donde toma la misma mesa y se sienta en la misma silla, para que lo atienda la misma garzona, que no le pregunta qué es lo que va a ordenar y sabe que le debe llevar una servilleta extra para que limpie cuidadosamente los cubiertos y los vasos, del mismo modo que lo hace cada día en casa. Al papá le gusta la atención de ese restaurant, donde saben que deben alejar cualquier lácteo de su presencia, pues los detesta desde pequeño y los huele desde lejos. Al papá no le gusta probar comidas nuevas.

Del tercer matrimonio del papá, que fue casi de urgencia en medio de una vacación en el extranjero, cuando se enteraron de que estaban “embarazados”, nació mi único hermano varón. Un niño gordo, rubio y rosado, la típica “guagua de campo” sanita. 

Gonzo

Gonzo no habló hasta que tuvo 3 años. Su primera palabra fue “NO”. Sin hablar, se desenvolvía bastante bien, mostrando desde pequeño una fascinación particular por los objetos que giraban, cono las aspas de los ventiladores, lo que hacía el orgullo del papá, que es ingeniero eléctrico y por esos tiempos trabajaba en una central llena de aspas gigantescas. A Gonzo le gustaba también ir a la plaza y perseguir eternamente a las palomas. Ése parecía ser el único juego que realmente disfrutaba. Gonzo tiene muy claro lo que atrae su interés.

Después de ser un niño silencioso, Gonzo decidió empezar a hablar y no conforme con eso, deslumbraba a todo el mundo de adultos que lo rodeaba con palabras grandes, haciendo el orgullo de sus padres ya en edad madura, que veían con placer el elevado nivel cultural del niño. Gonzo era un diccionario con acento de robot y disfrutaba mucho de jugar en consolas y computadores. Hablaba casi igual que el traductor de google. Gonzo es “tecnológico”.

Gonzo creció y ya es un joven en su primer año de universidad. Eligió Geología y espera dedicar su futuro a la investigación entre cuatro paredes. Gonzo es un solitario y lo disfruta.

Algunos dicen que el papá es excéntrico y yo les creí durante mucho tiempo, pero no importaba, porque yo era “la rara” y la niña de sus ojos.

Marcia y Tomás
Tengo un hijo de 9 largos, laaargos (a veces, demasiado largos) años, de nombre Tomás que ha sido mi compañero durante el peregrinaje eterno entre neurólogos, psicólogos, psiquiatras, chamanes, terapeutas alternativos  y cuanta cosa se les pueda ocurrir para averiguar cómo se llama esto que pasa con un niño diferente como el mío. Hace cerca de un año recibimos un diagnóstico que, por fin, hacía sentido: Síndrome de Asperger.


Ahora entiendo mejor a mi hijo, lo amo más aún…y al papá, a Gonzo.

9 comentarios:

  1. Me encanto como haz contado tu historia Marcia. Tengo un maravilloso hijo con SA; me pusiste a pensar, tienes toda la razon, mi padre tambien es muy meticuloso con sus cosas, y aprendemos a aceptar a las personas como son, pero todo mejora con un diagnostico... Saludos!!

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  2. Que quieres que le diga pues amiga... ME ENCANTO tu testimonio. Que rico es saber que estas mas tranquila con el diagnostico de tu hijo. Y mira de las cosas que se entera uno ;) ajjajaja. Un beso amiga.

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  3. Excelente... si no te conociera diría que le pasa a esta señora... jajaja... admiro tus escritos y mucho más cuando son parte de tu vida... dejas que muchas personas logren entender lo que ha detrás de esa marcia alocada, te prefiero así antes que aburrida y amurrada... eres grande y vida preciosa!!!

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  4. Durante y después de la lectura de este testimonio lloré mucho....y entendi muchas cosas.....y como conclución pienso que LA VIDA ES MARAVILLOSA.....un gran beso y un abrazo prima.....Rodrigo Orellana.

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    1. La vida tiene muchísimas vueltas extrañas, primo, sólo para que podamos aprender y entender. Gracias, saludos!

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  5. GRACIAS POR COMPARTIR TAN ALEGREMENTE ESTO QUE PARA MUCHOS ES ALGO TRISTE Y QUE PROVOCA COMPASION, PERO QUE NO SABEN LO MARAVILLOSO QUE ES TENER A ALGUIEN QUE OBSERVA EL MUNDO DESDE LO MAS SENCILLO E INOCENTE.

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  6. Gracias a ti. De verdad éste es precisamente el punto que quise tocar. Ser diferente no tiene nada malo, nada negativo, ni tiene por qué provocar tristeza, menos lástima de nadie. Somos afortunados de tener en nuestras vida a personas que nos ayuden a aprender a ver el mundo de manera distinta. Lástima por los otros que no pueden ver todos los matices que tiene el mundo; son esos colores los que divierten y alegran mi existencia :)

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  7. Muy buen y claro testimonio!!

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